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Megafarmacia del Bienestar: Promesas incumplidas y obstáculos para pacientes

  • culturalmexicano
  • 15 ene 2024
  • 2 Min. de lectura

El 29 de diciembre pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador inauguró la "Megafarmacia del Bienestar" en Huehuetoca, Estado de México, marcando un hito en su compromiso de dejar un sistema de salud equiparable al de Dinamarca al término de su sexenio. No obstante, a pesar de las promesas, la realidad que enfrentan los pacientes dista considerablemente de las expectativas presidenciales.


La "Megafarmacia del Bienestar" se presentó como la solución al desabasto de medicamentos en instituciones gubernamentales de salud, como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y el IMSS Bienestar. Sin embargo, la experiencia de los pacientes pone de manifiesto importantes discrepancias.


A pesar de la promesa de que los medicamentos estarían disponibles en un plazo máximo de dos días, los pacientes enfrentan esperas de más de cinco días en la megafarmacia. La falta de información sobre la disponibilidad de los medicamentos solicitados y la ausencia de coordinación efectiva entre la megafarmacia y las clínicas y hospitales generan frustración y desconfianza entre los usuarios.


La abogada Andrea Rocha, especializada en casos de pacientes con cáncer, documenta cómo la esperanza inicial en la Megafarmacia del Bienestar se ha convertido en otra promesa incumplida. Casos como los de Irma, Joana y Miriam, representadas legalmente por Rocha, ilustran la dificultad que enfrentan los pacientes para obtener los medicamentos necesarios.


El tiempo juega un papel crucial en este viacrucis. La vigencia de las recetas, limitada a 72 horas, impone un obstáculo adicional. Si la receta expira, los pacientes deben volver a consultar a su médico para obtener una receta válida.


Además, en una llamada realizada por Publimetro a la Megafarmacia del Bienestar, se revela que solo el paciente o el titular puede recoger el medicamento, y la información disponible se limita al contacto con el operador del call center, sin detalles sobre la existencia del medicamento en la megafarmacia.

La inauguración de la Megafarmacia del Bienestar, que prometía mejorar el acceso a medicamentos, se enfrenta a la realidad de pacientes que experimentan demoras, falta de información y obstáculos inesperados. La distancia entre las promesas presidenciales y la experiencia de los ciudadanos plantea interrogantes sobre la efectividad y transparencia de esta iniciativa.

Por Omar Carmona

 
 
 

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